Precursores del Trabajo Social

 Pioneros/as y origen del Trabajo Social  

Históricamente, el Trabajo Social como disciplina y compendio tiene un pasado reciente. La experiencia humana demuestra que las necesidades sociales tienen un recorrido amplio. Asimismo, el Trabajo Social nace marcada por sus “hechos”. Los “hechos son la gramática de la historia, y su carácter acumulativo nos es lineal, de la misma forma que su comprensión nos es unívoca” (Dirían: Gaspar Sánchez Majadas y Teodoro Andrés López)1. Por ello, el Trabajo Social es la disciplina que se ocupa de construir conocimiento sobre la necesidad de esa dependencia, y conocer sus orígenes lleva implícito rastrear los antecedentes que han conducido a las actuales reflexiones (Ibidem.).  

Gaspar y Teodoro afirman que el punto de partida es la invitación a mirar a la “historia, entendida como ese mar de tiempo que une nuestros actos con el resto de la humanidad. Así pues, ser una persona es una constante construida en esa decantación cronológica que llamamos historia” (p. 22). A mi juicio, creo que la historia está continuamente reescribiéndose a la luz del presente. Comulgando con los autores a cima mencionados, al señalar que, al “iluminar los hechos históricos estamos también cambiando el pasado.  

Fruto de una simbiosis de ideas, traigo a colación una definición que elaboramos en una de las actividades que hicimos recientemente en clase: dijimos que el Trabajo Social tiende a liberar una persona de la situación marginal y a acompañarle en un proceso dinámico que lleve al bienestar, mediante la praxis y no la teoría.  

                                                     

1. 1. Historia de la acción social en tiempos remotos.  

En este epígrafe encontramos un cambio de la terminología, pero no del contenido. La forma de intervenir en las necesidades sociales (“asistencia social”), revistió múltiples formas: códigos de conductas, prescripciones, caridad, beneficencia, filantropía… hasta llegar a la “ayuda profesionalizada” dentro del Estado del Bienestar moderno (Tomás y Carmen: 24). En mi opinión, el fin tiene un carácter “didáctico”, porque nos ayuda a descubrir cómo la ayuda al necesitado es una constante histórica.  

Los autores son unánimes en afirmar que el Renacimiento es el punto de partida para la construcción de un mundo nuevo. Asimismo, las ideas de Juan Luis Vives (1492-1522), van más allá del puro “asistencialismo” sino que son un claro exponente de esta nueva etapa de la historia (Ibid., 44).  

1. 2. Precedentes del Trabajo Social: precursores y reformadores sociales.  

Hablar de los precedentes del Trabajo Social es entrar en uno de los puntos críticos de esta disciplina. Algunos autores apuntan diferentes líneas de configuración:  

• La figura del trabajador/a social. 
• Comprender el proceso de evolución.  
• La permanencia de determinadas formas de ayuda (caridad, beneficencia, etc.). 
• La labor previa de instituciones y organizaciones.  

Desde el punto de vista hermenéutico, observamos que hay disparidad de criterios a la hora de determinar cuales, son los auténticos precedentes del Trabajo Social. Personalmente, no voy a entrar en estas aporías. Voy a destacar algunos/a que creo más relevante.  

1. M. Richmond, en su obra “Diagnóstico social” (1917: 25-37), apunta que el nacimiento de esta Profesión vino determinado por varios movimientos y expone la relevancia de experiencias anteriores y de ciertos métodos desarrollados por algunos trabajadores sociales tanto en organizaciones sociales de caridad como en los tribunales de menores o en centros médicos. Destacamos algunos de estos métodos utilizados:  

• Las campañas de las organizaciones de caridad desarrolladas por la COS (Charuty Organization Society)2.  
• Los tribunales de menores. 

• El acercamiento médico, basado en cuatro actuaciones principales.  

1. La labor que en 1880 realizó en Londres la “Sociedad para Ayuda de Personas Pobres Discapacitadas Precedentes de Manicomios”, que atendían a los pobres dados de alta para evitar su recaída. Los “visitadores” médicos acudían a la casa del paciente y aconsejaban a la familia y a los amigos del enfermo sobre los cuidados que precisaba (Ibidem).  

2. En 1893 se reorganizó el trabajo de las “Damas Limosnera” (Ladies Almoners). 

3. Las enfermeras visitadoras fueron las terceras precursoras de las trabajadoras sociales médicas.  

4. En 1895, en el Royal Free Hospital de Londres, se puso en marcha las medidas. El servicio médico-social debe su nacimiento a Richard Clarke Cabot (1865-1939)3.  

2. Fried Lauder (1984: 39), al analizar la historia de nuestra profesión distinguió entre: 1) movimientos de reforma social; 2) movimientos de investigación social y 3) iniciativas organizadas4.  

La historia de la acción social nos muestra cómo de una forma u otra la sociedad siempre respondió a las necesidades de los individuos. En este contexto, se constata que las formas de ayuda se desarrollaban en función del pensamiento predominante en ese momento político, socioeconómico y cultural (Ibidem).  

3. Martínez hizo un llamamiento por la diferenciación de esta disciplina, y Lucas y Murillo de la Cueva (1999: 2) la secunda cuando afirma: “Así, pues, todos sabemos que Trabajo Social y Servicios Sociales no son la misma cosa, aunque permanezcan muy cercanos. Por eso parece pertinente acordar la distancia (temporal incluso) entre ambos: situamos la emergencia efectiva de los Servicios Sociales a partir de los siglos XVI-XVII, sin embargo, fue el siglo XIX el punto de partida para calibrar al Trabajo Social como profesión”5.  

El esfuerzo por la búsqueda de una identidad propia demuestra que el momento es de cambio y evolución crítico. Por esta razón, hablar de los precedentes y del origen del Trabajo Social, conviene situarlo en un contexto histórico determinado. Así pues, es necesario unificar criterios en este aspecto dada la disparidad de opiniones que suscita.  

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4. 3. El Renacimiento y su significado 

Simplificando mucho la cosa, se conoce con el nombre Renacimiento al periodo histórico situado entre la Edad Media y la Edad Moderna. La historia demuestra que este periodo fue escenario de una serie de cambios profundos que afectaron a todos los aspectos de la vida cultural, social, política, económica, científica, artística, literaria, filosófica y religiosa6.  

Los autores dicen que históricamente es difícil señalar la línea divisoria entre la Edad Media y la Edad Moderna; pero se admite comúnmente que el Renacimiento abarca dos siglos, el XV y XVI. Entre los cambios más destacables y decisivos, los autores señalan los siguientes:  

• El estilo de vida. Se constata que la vida se trasladó del campo a las ciudades (supremacía de lo urbano sobre lo rural, de las catedrales sobre las abadías, de las lonjas sobre los castillos y de las universidades sobre las escuelas monacales). 
• En las relaciones Papado - Imperio.  

AUTOR: ALBERTO VICENTE

Bibliografia: 

Tomás Fernández García y Carmen Alemán Bracho (Coords) (2008). Introducción al trabajo social. Madrid: Alianza.